martes, 5 de noviembre de 2013

LA HISTORIA REAL DE MEL GIBSON... NADA ES IMPOSIBLE

La historia comienza hace unos cuantos años con un hombre muy trabajador que decide trasladar a su familia desde Nueva York hacia Australia, buscando poder mejorar su vida. Uno de sus hijos quería ser actor de cine, trabajaba en los puertos locales situados en las peores zonas de la ciudad. Una noche regresando a su casa el joven fue asaltado por 5 delincuentes. El se resistió a entregar el poco dinero que llevaba para su familia, fue agredido brutalmente. Una vez que lo dejaron inconsciente por los fuertes golpes no cesaron en la paliza, lo patearon hasta dejarlo deforme, le desgarraron el rostro, y golpearon por todo su cuerpo. Más tarde fue encontrado por la policía tirado en la calle, lo consideraron muerto y llamaron a la funeraria. Durante el trayecto uno de los policías se da cuenta que el joven trataba de respirar y fue llevado de inmediato al hospital de emergencias más cercano. El equipo médico se impresionó al verlo y constatar que aquel joven ya no tenía apenas rostro. Sus ojos estaban hundidos; su cráneo, piernas y brazos fracturados, su nariz estaba literalmente perdida en su cara, todos sus dientes completamente rotos y su mandíbula desprendida. El joven logró salvar su vida, aunque permaneció cerca de un año en el hospital. Cuando salió, su cuerpo estaba recuperado, pero su rostro era repulsivo de ver. Ya no era aquel joven bello con un bonito futuro por delante. Una vez recuperado empezó a buscar trabajo, pero siempre era rechazado por todos por su apariencia física. Por fin alguien le ofreció una oportunidad: Un empresario le sugirió que participara en un espectáculo de circo, en el que su nombre sería: "El Hombre Sin Rostro". A pesar de encontrar trabajo seguía sintiendo el rechazo de las personas, ya que fuera del circo nadie quería ser visto con él. Por ello llegó a pensar en la muerte, aunque lo descartó y siguió con esta situación por casi 5 años. Un día, caminando, entró a buscar consuelo en una Iglesia, pensando que allí podía alcanzar algún alivio a su situación de angustia. Al entrar vió a un sacerdote orando de rodillas, adoptó su misma postura y también se puso a rezar. Al rato, el sacerdote vió a ese hombre "sin rostro"; se acercó, lo levantó y lo llevó a otro lugar para conversar. Su rostro le impresionó tanto que pensó que tenía que hacer lo posible por ayudarlo a recuperar su dignidad y su vida. El joven comenzó a asistir a la iglesia con frecuencia, siempre pidiéndole a Dios que le diera al menos paz espiritual y la gracia de ser un mejor hombre cada día. Después de un tiempo, el sacerdote, por medio de amistades personales, logró conseguir los servicios médicos del mejor cirujano estético de Australia y sin costo alguno. La cirugía fue como un milagro, se dispusieron para él los mejores servicios médicos, y su rostro pudo ser reconstruido con las fotos que el joven aportó. Con el tiempo, "el hombre sin rostro" recuperó una vida normal, fue escogido en un casting para hacer su primera película, se casó con una bella mujer, tuvo varios hijos y pronto llegaron sus grandes éxitos profesionales. ¿De quién hablamos? Su nombre lo conoces, él es... Mel Gibson. Actualmente Mel es admirado por muchos y conocido como un hombre entregado a Dios, caritativo y un gran ejemplo de coraje sorprendente. Su historia personal la recogió en su primera película como director de cine, "El hombre sin rostro" (EEUU, 1993). En "la Pasión de Cristo" (EEUU, 2004) tiene una profunda fe y se identifica muchísimo con el sufrimiento de Cristo. La mayoría no conocíamos esta conmovedora historia, ya que siempre se informa lo negativo que estas experiencias de vida. Esta historia de vida de Mel Gibson nos lleva a confiar en Dios y pensar que NADA ES IMPOSIBLE...

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